Andrea Legarreta, mítica presentadora del programa matutino de televisión Hoy, y Erik Rubín, ex integrante del grupo musical Timbiriche, se separan luego de una relación de casi 23 años. Una de las parejas más longevas y discretas del espectáculo en México ha anunciado el fin de su relación este miércoles en las redes sociales. Junto a un vídeo de los dos paseando abrazados por Central Park de Nueva York, un texto en el que anunciaban que su “historia de pareja se ha transformado”. “Y desde la más profunda sinceridad, respeto y honestidad, y por el gran amor que nos tenemos, nos seguiremos amando desde otro lugar”.
Se conocieron una noche en Baby O’, un famoso centro nocturno de Acapulco, cuando ella ya presentaba programas de televisión y él cantaba en Timbiriche. “Mis amigos y yo llegamos a la discoteca. Veo a Rafael Villafañe, quien es el dueño de Baby y uno de los mejores amigos de Erik. Luego me grita: ‘Black, ven. Siéntate aquí. ¿Cómo ves que Erik dice que vas a ser la madre de sus hijos?’”, contó Legarreta en uno de sus programas. Y continúa: “Entonces me siento a su lado en la mesa. Mi brazo se frota contra su brazo, y bueno, me hizo olvidar mis amores anteriores y mi tristeza. Sentí esa energía que te pone la piel de gallina y la piel de gallina”.
Décadas después, la relación que parecía eterna ha llegado a su fin, aunque en el comunicado que han emitido en sus redes sociales no se han referido a los motivos de la ruptura. “Hoy hemos decidido compartir algo muy personal”, comenzaba la carta, afirmando que su historia de amor “continúa en la familia, como padres de nuestras amadas hijas, que son lo que más amamos en la vida y a quienes les estamos enseñando que un separación de pareja, no es una separación familiar.La pareja quiso aclarar que la decisión se tomó hace unos meses, y que están tranquilos porque esto “no es un juicio, que no hay nada malo ni turbio”.
Sus hijas son Mía Rubín y Nina Rubín, de 17 y 16 años, quienes han seguido carreras artísticas al igual que sus padres. La mía es la cantante, y pronto participará en el Tour de Máquinas de Cumbia acompañando a su padre. Nina, la pequeña, es la actriz, y ya debutó en La vida inmoral de la pareja ideal. En una entrevista reciente, Mía dijo que sus padres siempre han apoyado sus sueños artísticos y, al mismo tiempo, han tratado de mantener los pies en la tierra. “Mis padres desde que era pequeña siempre han sido ‘sigue tus sueños, nosotros te apoyamos’, y también me han hecho muy consciente de lo que pueden causar los vicios, perder los pies en la tierra”, dijo la hija mayor. de la pareja
Pero volviendo a aquella noche en aquella discoteca de Acapulco, la pareja estuvo charlando durante horas. Al final de la tarde intercambiaron sus números de teléfono y Rubín no esperó al día siguiente para llamar a Andrea. “De madrugada me llama, y ya estaba medio borracho. Me dijo: ‘Sé que tú sentiste lo mismo que yo. Déjame ir a verte’. Le dije: ‘No, estoy con mis padres. Vivo con ellos y no puedes venir, menos así no’”, dijo la actriz y presentadora. Al día siguiente les dijo a sus padres que había conocido a Erik Rubín, pero no se mostraron muy entusiasmados. Hasta el día de su cumpleaños, Rubín le envió un trío de mariachis para cantar si nos dejan.
Cuando empezaron a salir nadie apostaba por ellos, sobre todo por las múltiples relaciones que Rubín había tenido en poco tiempo. Poco antes, Rubín se había visto envuelto en un escándalo amoroso. Paulina Rubio y Alejandra Guzmán, dos divas del pop mexicano de la época, se pelearon por él y plasmaron esa pelea en dos canciones que han pasado a la historia: ¡Ey! chica blancade Guzmán y ese hombre es miode Paulina Rubio. Al final, ninguno de los dos terminó saliendo con él. Fue Andrea Legarreta quien acabó conquistándole y con quien acabó asentando, como ha dicho en varias ocasiones.
Recién en diciembre, la familia estuvo en Japón pasando la Navidad. Erik Rubín, vestido con traje de samurái y blandiendo una espada, escribió: “Donde vayas, haz lo que veas”. Aunque la pareja ya había tomado la decisión de separarse, aún pudieron divertirse paseando por las calles de Kioto. En la carta emitida este miércoles, la pareja dejaba una puerta abierta a la reconciliación. “Hoy no sabemos qué pasará con el tiempo (nadie lo sabe). Quizás nos demos cuenta que no fue la decisión correcta y la vida en uno de sus giros nos vuelva a sorprender…”
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