Cuando acabó el partido de hace una semana contra el Granada, el entrenador de porteros del Real Madrid, Luis Llopis, recibió a Andriy Lunin al lado de los banquillos y lo saludó efusivamente. Y no fue por sus paradas salvadoras, porque esa tarde no le habían tirado entre los tres palos. “Mis dedos hoy se congelaron”, sentenció serio el joven ucranio, con una fama de carácter tan frío como la meteorología de ese día en el Bernabéu. Hace unos meses, sin embargo, los dos habían dejado una de las escenas de la pretemporada en Estados Unidos, cuando el preparador le echó la bronca pública al meta durante una sesión en Los Ángeles, y este torció el morro, se quitó el peto y le discutió con gestos de enfado.
Dos instantáneas que simbolizan cuánto ha cambiado la vida para el guardameta de 24 años, sobre todo, en las dos últimas semanas gracias a sus estimables actuaciones. Del tajante “Kepa jugará” [cuando se recupere de la lesión] que soltó Carlo Ancelotti en Cádiz; al “decidiré entre uno de los dos”, que pronunció el técnico italiano este viernes en la previa del encuentro en el Villamarín (16.15, Movistar). Una matización que abre el melón en la portería del Real Madrid para las próximas citas y sitúa oficialmente a Lunin en la carrera por el puesto.
Para el duelo de Sevilla de este sábado, las palabras recientes de Carletto apuntaban a una vuelta segura al once de Kepa, su indiscutible guardameta titular hasta que el 24 de octubre se lesionó en el abductor derecho durante el calentamiento ante el Braga. En Valdebebas, no obstante, fuentes con acceso al vestuario no eran tan rotundas este jueves sobre esa posibilidad tras el crecimiento de Lunin en los cinco encuentros siguientes a la caída de Kepa, saldados con pleno de victorias, y advertían de que esa decisión estaba por ver. Un escenario de incertidumbre que saltó este sábado a la comparecencia de Ancelotti.
“Kepa ha vuelto, está bien. Lo bueno es que tenemos dos porteros de confianza. Mañana [por este sábado] voy a elegir uno de los dos, igual que para los próximos partidos. Hay competencia”, introdujo el de Reggiolo. “Los partidos de Lunin han sido buenos y merece que yo tenga en cuenta que también puede jugar. Ha mostrado carácter y personalidad. Con Kepa no ha cambiado nada, tengo total confianza en él”, argumentó el entrenador del Real Madrid.
Su giro sobre lo que había asegurado dos semanas atrás en el Nuevo Mirandilla fue, incluso, un pasó más allá. En agosto, cuando el club fichó a Kepa debido a la grave lesión de Thibaut Courtois, el técnico descartó las rotaciones bajo palos, pero esa opción sí la abrió este viernes, al menos a corto plazo. “Puede ser que rote en estos partidos antes de Navidad [Betis, Unión Berlín, Villarreal y Alavés]”, anunció el italiano.
A falta de más pruebas y de más exigencia, el despliegue de Lunin en el último mes de titularidades ha abierto un caso en este tramo de la temporada que no existía hasta ahora. El ucranio ofrece un 83,3% de paradas en todas las competiciones y el 88,2% que registra en Liga lo coloca a la cabeza del torneo, aunque con el matiz de que solo ha participado en cinco choques. Kepa lo ha hecho en 10 y cuenta con el tercer mejor porcentaje del campeonato (77,4%), por detrás de Álvaro Vallés, de Las Palmas (80% y 15 encuentros). Lunin ha dejado la portería a cero en cuatro de sus siete partidos del curso, y la última serie de cinco duelos seguidos la inauguró con un penalti detenido a Álvaro Djaló, del Braga.
En agosto, cuando la rodilla izquierda de Courtois se quebró, las cosas parecieron muy claras. El Madrid tenía a Lunin, en la primera plantilla desde 2020 y con contrato hasta 2025, pero tardó dos días en atar la cesión por una temporada de Kepa, de 29 años. El vasco iba camino del Bayern de Múnich, procedente del Chelsea, y dos llamadas del Bernabéu cambiaron rápido su plan de vuelo. Cuando llegó a Valdebebas, se reencontró con Luis Llopis -que fue quien le anunció con 16 años que subía a entrenar con el primer equipo del Athletic-, y apenas le llevó 10 días hacerse con la titularidad del Madrid, lo que tardó en saberse el camino a la ciudad deportiva y enlazar una serie de entrenamientos.
“Kepa ya tiene un nivel muy alto y mucha experiencia a nivel internacional. Esto le falta un poco a Lunin, que es bastante normal para un joven”, justificó entonces Ancelotti, mientras señalaba que no habría rotaciones en la portería. El guardameta iba a ser Kepa y fue Kepa. No existían dudas. Hasta que, cuando todavía estaba aterrizando en la ciudad, sufrió una lesión, Lunin se coló por esa rendija y, contra pronóstico, empujó al técnico italiano, al menos en este tramo de la temporada, a abrir un melón que estaba cerrado.
Vuelve Modric y Güler trabajará en breve con “alta intensidad”
El Real Madrid recupera a Luka Modric para el partido del Villamarín y, respecto a la semana pasada, no podrá contar con Dani Carvajal, que tiene para un mes de baja por una lesión en el sóleo de la pierna izquierda. Carlo Ancelotti hizo este viernes un repaso a la larga lista de lesionados. Tchouameni y Arda Güler están cerca de volver a entrenar con todos, aseguró. Sobre el joven turco, que todavía no ha debutado, dijo que “empezará la próxima semana con trabajo de alta intensidad”. El italiano espera contar con él para los últimos partidos de 2023 o los primeros de 2024. “Hablo con él cada día. No lo hago con todos porque necesitaría mucho tiempo; son muchos”, bromeó el técnico. A Vinicius y Camavinga no los espera en el grupo hasta la vuelta de las Navidades.
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