Genaro García Luna pagó el universal un pago mensual de 25 millones de pesos para obtener una cobertura favorable para su gestión como Secretario de Seguridad Pública. Así lo afirmó este lunes Héctor Javier Villarreal, secretario de Hacienda de Coahuila en el Gobierno de Humberto Moreira (2005-2011), en el juicio contra el exfuncionario en Nueva York. Villarreal explicó que Moreira sirvió de intermediario entre el imputado y Juan Francisco Ealy Ortiz, dueño del diario, uno de los de mayor circulación en el país. “El convenio era de 25 millones de pesos mensuales para sustentarlo”, dijo el testigo.
Villarreal, quien fue secretario de Estado de Hacienda de 2008 a 2010, dijo que cuando estuvo en el cargo estuvo en una reunión con Moreira y García Luna, aunque no precisó cuándo fue. “García Luna le dijo al gobernador Moreira que necesitaba su apoyo, que sí conocía a alguien en el universal”, relató el testigo. “Humberto Moreira le dijo que era muy amigo del dueño del diario, que si necesitaba algo se lo avisaría”, agregó.
Villarreal es el primer exfuncionario mexicano en declarar en el juicio. García Luna enfrenta tres cargos por tráfico de cocaína, otro por delincuencia organizada y uno más por hacer declaraciones falsas. Desde las audiencias anteriores, la Fiscalía lo acusaba de dar sobornos a medios favorables y amenazar a periodistas que lo criticaban.
Siempre según su testimonio, García Luna estaba preocupado porque circulaba en los medios el rumor de que había sido secuestrado por miembros de un cártel, episodio que llamó la atención durante el juicio y que supuestamente sucedió a manos de la gente de Arturo Beltrán Leyva. “García Luna le preguntó si había alguna forma de acercarlo [a Ealy Ortiz], para decirle que nada de esto era real”, narró Villarreal. “Sin ningún problema”, recordó el declarante sobre las palabras de su jefe. “¿Cuál era la relación entre el señor Ealy Ortiz y el señor Moreira?”. le preguntó la fiscal adjunta Erin Reid. “Ella era su compadre”, respondió ella. En el juicio se mostró una foto de una fiesta de Ealy Ortiz con Moreira y que el dueño de el universal fue padrino del nieto del exgobernador.
Con la supuesta mediación de Moreira, García Luna y la gente del diario acordaron dar una cobertura favorable, destacando los logros del Ministerio de Seguridad Pública y limpiando la imagen de su titular, dijo el testigo. El encargado de realizar los pagos era Sergio Montaño, un alto oficial y hombre cercano al entonces secretario, según testimonios. “Fuimos directamente a el universal para cerrar el trato”, dijo Villarreal. En esa primera reunión se entregó efectivo para hacer el pacto, comentó el exfuncionario. “[Montaño] Tenía una maleta pequeña con el dinero en efectivo y dijo que el resto estaba en la camioneta en la que viajábamos”, dijo.
Villarreal dijo que Montaño le pidió una vez que le hiciera el pago al periódico con dinero del Gobierno de Coahuila. El testigo levantó la factura con la mano derecha en el juzgado de Brooklyn y leyó los datos más relevantes de la orden de pago, con el universal como beneficiario. La factura fue emitida el 24 de junio de 2009, bajo el concepto “Campaña publicitaria de rescate turístico” y no contaba con hoja. El monto fue de 11,5 millones de pesos, 10 millones de pesos como supuesto pago irregular más un millón y medio de pesos por concepto de impuestos. “Me imagino que fue un favor, para pagar lo que les faltaba [ese mes]”, explicó el testigo. El dinero provino del Ministerio de Hacienda, comentó.
Villarreal dijo que el procedimiento normal para las cuentas por pagar del Gobierno de Coahuila era emitir una factura con folio, luego escanearla, archivarla y subirla a un sistema de pago. Pero admitió que cuando se hacían desvíos o sobrepagos, esa información no se subía al sistema. “Preparar sin folio, gracias”, se lee en un publícalo, una nota pegada en la factura que mostró en la habitación. El testimonio es una de las pocas veces que uno de los participantes en el esquema investigado por las autoridades estadounidenses lo ha descrito en público.
“Todos los pagos que no eran consistentes los guardaba en una caja”, reconoció el testigo. “Todo lo que pensé podría lastimar al gobernador”, agregó. El extesorero se entregó en febrero de 2014 en Texas, un día después de haber sido liberado bajo fianza por las autoridades mexicanas. Estuvo bajo la custodia de las autoridades estadounidenses durante ocho meses, dijo. “Cuando vine aquí a Estados Unidos, traje todas esas facturas y un servidor”, relató el declarante. Aunque en la orden de pago no aparece el nombre de García Luna, la factura emitida por el Gobierno de Coahuila es una de las pruebas documentales más importantes que ha logrado presentar la Fiscalía en el proceso judicial.
Villarreal dio a entender que la relación entre Moreira y García Luna era estrecha, más allá de que algunas personas cercanas al exgobernador recuerdan que eran distantes. Relató, por ejemplo, que participó en un recorrido con su jefe y la exsecretaria en un centro de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Pública en la Ciudad de México. El acusado les mostró cómo funcionaba el software espía Pegasus y se lo ofreció al gobierno de Coahuila, dijo el testigo. La compra, sin embargo, no se concretó. Las autoridades estatales tenían miedo de ser espiadas por sus pares federales, justificó el testigo. El Gobierno de Coahuila buscó obtener partidas presupuestarias de la Secretaría de Seguridad Pública federal para las corporaciones estatales.
El testigo también relató que hubo un momento en que acompañó al gobernador Moreira a la casa de García Luna en Morelos. “Era una casa tipo hacienda, una casa muy grande”, recordó Villarreal. “El licenciado García Luna le iba a dar una conducir por helicoptero [a Moreira] y le iba a hablar”, dijo sobre ese encuentro. En una de las reuniones, en una casa de la lujosa zona de Santa Fe en 2010, se tocó el tema de los pagos a los medios, dijo el testigo. comentó “Le dijo al profesor Humberto que todo iba bien, que todo estaba funcionando correctamente”, dijo.
Los abogados de García Luna intentaron desde el pasado fin de semana bloquear la parte del testimonio de Villarreal que mencionaba el pago de sobornos a el universal. El juez Brian Cogan había coincidido con la defensa y había dicho que no iba a permitir que el testigo hablara sobre ese punto, aunque luego se corrigió. El juez dijo que lo aceptaría si la Fiscalía pudiera hacer declarar al declarante sobre un episodio específico en el que se entregó dinero. Cogan dijo que no iba a permitir que el tema del soborno a los medios se tratara en “generalidades”. Queda por ver si hay otras personas llamadas a declarar sobre este punto y que puedan dar detalles sobre el pago concreto de sobornos.
Villarreal dijo que el gobierno de Moreira adquirió varios medios de comunicación y pagó sobornos a periodistas para recibir cobertura favorable, aunque no precisó cuáles. “Además de servir para tener una mejor imagen”, explicó el exfuncionario, “también era una forma de apoyar o perjudicar a alguien, hacerlo lucir mejor o dañar su imagen”. “Se hicieron muchos pagos por cobertura, no solo en Coahuila, sino también a nivel federal”, agregó.
En marzo de 2011, dos meses después de dejar el cargo de gobernador, Moreira se convirtió en líder nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su secretario de Hacienda, quien ya se declaró culpable y está en libertad condicional a la espera de la sentencia, describió un esquema corrupto que infló los pagos de obras públicas del gobierno de Coahuila y luego cobró una comisión a los constructores. ilegal. Dijo que había ganado 2,5 millones de dólares gracias a ese esquema y que el gobernador Moreira, unos 40 millones de dólares. Moreira ha mantenido su inocencia desde entonces y lo ha acusado de ser víctima de una “campaña de desprestigio”.
Después de Villarreal fue el turno de Anthony Wayne, embajador de Estados Unidos en México entre 2011 y 2015. Wayne dijo que se reunió con el acusado en varias ocasiones y que Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño, coacusados en el caso, estuvieron presentes en varias reuniones. . Se interpreta como un intento de la Fiscalía de socavar la estrategia de la defensa de presentar al jurado fotos de su cliente con altos funcionarios estadounidenses como el expresidente Barack Obama y la excandidata presidencial Hillary Clinton. Su participación fue breve. Las próximas audiencias están programadas para continuar con nuevos testigos. También se anunció que excepcionalmente no habrá sesión el jueves.
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