Con el aumento de la temperatura, los cortes de luz se han convertido en una constante en la península de Yucatán. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) realizó este miércoles al menos ocho cortes de energía programados en los estados de Quintana Roo, Yucatán y Campeche y programa un puñado más para este jueves. La estatal eléctrica denomina a estas interrupciones en el servicio de la red eléctrica como “libranzas”, labores de mantenimiento que dejan sin luz a miles de usuarios todos los días entre 6 y 12 horas. Expertos advierten que la CFE se ve obligada a realizar estas interrupciones controladas para evitar un gran “apagón”, riesgo que crece en esta región por la falta de generación propia de energía eléctrica y la dependencia de una sola línea de transmisión para transportar los vatios requeridos. por este enclave turístico. En lo que va de mes, la CFE ha realizado más de 50 cortes de luz en distintas colonias y cuadras de la región peninsular y la situación seguirá: la empresa ya anunció que para este jueves se producirán otros cinco apagones en Yucatán y Campeche.
De un mes a la fecha, en sintonía con el aumento de las temperaturas y con el aumento de la demanda eléctrica para encender ventiladores y aires acondicionados, estos cortes programados por parte de la CFE se han vuelto más recurrentes. La maniobra a la que debe recurrir la empresa eléctrica estatal se produce por un desbalance entre la generación y el consumo de energía eléctrica, evitando así una reacción en cadena de un apagón serial que podría afectar a municipios enteros por días y dañar gravemente los equipos de la CFE.
Sin embargo, este mal menor afecta de manera intermitente a miles de pobladores en Yucatán, Quintana Roo y Campeche. “Son recurrentes, sobre todo en verano, duran una media de seis horas, estos dos últimos meses pasa dos veces por semana. Solo en mi barrio somos 2,000 viviendas afectadas, los apagones pasan sin previo aviso y es imposible dormir con el calor en pleno julio”, dice uno de los vecinos de Playa del Carmen, afectado por el último corte. El hombre de 32 años, quien vive en esta zona desde hace una década, dice que todos los años sufren de este problema y la breve explicación de la CFE siempre es la misma: “mantenimiento”.
Como él, decenas de habitantes de la zona han manifestado su molestia por los apagones que van y vienen. “No es posible que estemos sin luz más de 12 horas, la comida ya se echó a perder, se sufre con el calor que está haciendo”, dijo este lunes a través de sus redes sociales una clienta de la empresa estatal. Como ella, decenas de usuarios han protestado por los constantes cortes en el servicio y las afectaciones que estos cortes provocan en su vida diaria y los daños en sus electrodomésticos. Desde el mes pasado y hasta la fecha, miles de habitantes se enfrentan al día a día sin certeza de energía eléctrica y con temperaturas que oscilan entre los 35 y los 40 grados.
La península de Yucatán, enclave de una de las joyas turísticas del Caribe mexicano como es Cancún, sufre desde hace años un suministro eléctrico intermitente porque depende de una sola línea de alta tensión de 400 kilovatios, una vía que suele estar congestionada antes de la subida. en demanda. A principios de esta semana, los diarios locales reportaron un corte de luz en la primera plaza de Cancún, que dejó sin luz desde las oficinas gubernamentales hasta las sucursales bancarias.
Los apagones forzados para mantener esta congestionada vía son una constante desde hace años, a pesar de que este gobierno anunció a principios de este año una inversión de 151.000 millones de pesos para dotar de energía eléctrica a esta zona: los recursos se han desembolsado en la construcción de dos centrales de ciclo combinado en las ciudades de Mérida y Valladolid que entrarán en operación en 2024. Además, se invertirá en una serie de obras relacionadas con la electrificación del Tren Maya, por ejemplo, en la construcción de siete centrales eléctricas subestaciones que conectarán al tren con la red eléctrica.
Ramsés Pech, analista del sector energético, explica que ante la falta de generación eléctrica propia, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) tiene que usar electricidad de otras plantas del país y enviarla a la península de Yucatán, pero si la demanda es mayor cuanto mayor es la saturación de las líneas de transmisión eléctrica. Según cifras oficiales, esta zona requiere alrededor de 2.416 megavatios, sin embargo, solo genera 1.818 megavatios, por lo que el faltante se envía desde otras zonas, convirtiendo la infraestructura de transmisión y distribución de electricidad en una pieza crucial para esta parte del territorio. .
“En esta zona todo el mundo usa aire acondicionado, más los centros comerciales, más el turismo de Quintana Roo y Cancún. Lo que está haciendo la CFE es ver si con el aumento de la demanda se daña alguno de estos cables. Ahora es más complicado porque estamos acentuando una demanda alta y más ahora que se ha eliminado el horario de verano”, comenta Pech. El especialista también detalla que la península no es la única zona con déficit de generación, también hay escasez en el centro y occidente, por lo que muchas veces el Cenace tiene que priorizar unas regiones del país sobre otras.
El experto lamenta que el sureste del país se esté promocionando con megaproyectos como el Tren Maya, sin considerar la infraestructura en líneas de transmisión que pueda sostener este alza en el consumo eléctrico. “Con el aumento de turismo que se vivirá con el Tren Maya, la CFE deberá estar programando para los próximos años reforzar las líneas (de transmisión) en función de una mayor demanda en la península”, zanja. Aunque se solicitó a la CFE una explicación de estos cortes de energía recurrentes, no respondió a la solicitud.
Carlos Flores, especialista en el sector eléctrico, agrega que Yucatán tiene dos problemas: la falta de generación eléctrica propia y un sistema de transmisión —con solo una línea de 400 kilovatios— y distribución muy débil. “La península de Yucatán tiene un riesgo creciente de apagones y la actual Administración no ha abordado el problema de generación, transmisión o distribución”, dice.
El semáforo rojo en materia eléctrica que supone la CFE no es nuevo para los expertos y técnicos, pero la estrategia no se ha concretado en poner en marcha una nueva línea de transmisión, este Gobierno apuesta a aumentar los megavatios generados, pero no las vías eléctricas. “Hace años que se habla de la necesidad de un sistema redundante en Yucatán, en la península, y la situación es que ahora es más grave porque el problema ha sido mayor por la mayor demanda”, concluye Flores.
Suscríbete aquí hacia Boletin informativo de EL PAÍS México y recibe toda la información clave de la actualidad de este país
Suscríbete para seguir leyendo
Leer sin limites