McDonald’s ha perdido la guerra del Big Mac. El líder mundial de comida rápida se tendrá que despedir del monopolio sobre su popular marca en sus 6.881 establecimientos franquiciados en la Unión Europea, según una sentencia del Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) dictada este miércoles. El fallo solo cubre una variación que contiene ‘productos de aves de corral’, sobre todo los sandwiches de carne de pollo, y a sus servicios drive-in (compra desde automóviles).
El alto tribunal de Luxemburgo ha concluido que el gigante de las hamburgueserías no ha demostrado suficiente uso de la marca Big Mac, su producto de mayor tirón, en los artículos elaborados a base de carne de pollo durante un periodo ininterrumpido de cinco años. Por ese motivo, ha dado la razón a Supermacs, un rival irlandé con sede en la ciudad costera de Galway. McDonald’s aún puede recurrir la decisión ante el máximo órgano de la Unión Europea, el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE).
El juez ha apuntado que “las pruebas aportadas por McDonald’s no proporcionan ninguna indicación sobre la importancia del uso de la marca Big Mac, en particular, en lo que se refiere “al volumen de ventas”. El Tribunal ha concluido que “las pruebas examinadas no permiten acreditar la existencia de un uso efectivo de dicha marca”. Los arcos dorados han decorado esta edición especial de su icónico sándwich —compuesta de dos hamburguesas de ternera, lechuga iceberg, pepinos y su ‘salsa especial’ —en la UE desde 1996.
Como el Big Mac de McDonald’s se refiere a su popular sandwich de doble carne de ternera, el TJUE considera que McDonald’s no ha demostrado que dicha marca haya sido objeto de un uso efectivo en productos como sándwiches de pollo, platos a base de productos de aves. Por eso, rechaza entender Big Mac como sinónimo de los servicios y restaurantes de la cadena estadounidense. De este modo, McDonald’s pierde sus derechos exclusivos sobre la marca Big Mac, lo que permitirá a otras cadenas y compañías hacer uso de esta denominación para designar sus productos en el territorio de la UE.
El litigio surgió por primera vez en 2014 después de que McDonald’s se opusiera a la solicitud de la marca Supermacs en la UE, alegando que su parecido a la cadena estadounidense “podría dar lugar a confusión”. La pelea legal tomó impulso de nuevo en 2017, a raíz de una solicitud de caducidad de la marca Big Mac presentado por Supermacs. La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), que tiene sede en Alicante, estimó parcialmente a favor de la competidora irlandesa en 2019.
Supermacs, que desde 1978 ha ofrecido un producto similar al sándwich estrella de la cadena estadounidense en sus 118 franquicias, alegó que la distinción entre ‘sándwiches de carne’ y ‘sándwiches de pollo’ estaba registrada incorrectamente por McDonald’s en la clasificación internacional de mercancías, la llamada Clasificación de Niza.
La multinacional estadounidense ha sufrido una caída en ventas en Oriente Próximo debido a un boicot a raíz de sus operaciones en Israel. Además, la compañía ha recibido críticas de sus consumidores en Estados Unidos sobre la supuesta venta de un Big Mac por 18 dólares (16,56 euros). El presidente de la empresa en Estados Unidos, Joe Erlinger, escribió en una carta dirigida a sus clientes contraatacando el mensaje “mal fundamentado” que se había viralizado en redes sociales sobre “que McDonald’s ha subido los precios por encima de las tasas inflacionistas”. El ejecutivo sentenció que “esto no es cierto”.
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