Pese a la resolución de la Justicia de suspender definitivamente las obras de construcción de un cuartel de la Guardia Nacional en Xochimilco, las obras continúan. Este lunes, la Justicia había ordenado la suspensión de la construcción que se realizaba en el vivero Nezahualcóyotl, ubicado en dicha alcaldía, al sur de la Ciudad de México, reconocido como patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO. Sin embargo, Sócrates, vecino del pueblo, de donde es originario y donde vive desde niño, se queja de que el trabajo no para. “Todavía están poniendo tierra y las máquinas todavía están allí”, dice.
El 9 de diciembre de 2022, la Ciudad de México publicó un decreto por el que cede 33,000 hectáreas de terreno al Estado para la construcción de un cuartel de la Guardia Nacional que ayudaría a promover la seguridad en el territorio. No se tuvo en cuenta el carácter patrimonial cultural del espacio, lleno de vegetación, ni se consultó a los habitantes de Xochimilco, quienes necesitan los acuíferos subterráneos que se alimentan de las plantas de la superficie. Ivette Galván, abogada del Centro Prodh y coordinadora de este caso, asegura que el decreto no da motivos para la cesión. “El terreno es desincorporado sin ningún motivo y los vecinos no reciben ninguna información sobre el proceso. Es alarmante”, dice.
Los vecinos de la zona empezaron a ver entrar máquinas de construcción, se cercó el espacio, se talaron muchos árboles y se empezó a nivelar tierra y hormigón para empezar a construir. Sócrates asegura que nadie les consultó, que al principio nadie les dijo para qué sería esta construcción. Así que se reunieron en asamblea para ver qué podían hacer para evitar la llegada de la Guardia Nacional a sus inmediaciones y en un área protegida. El 30 de diciembre de 2022, los vecinos interpusieron un amparo ante los tribunales con la ayuda de la Centro Pro Derechos Humanos Miguel Agustín (Centro Prodh).
El documento señala que las autoridades capitalinas omitieron realizar una consulta “previa, libre e informada”, que se violó su derecho a la tierra y apelaron a su derecho colectivo a un territorio libre de militarización, ya que la Guardia Nacional es una policía dependiente fuerza del Ejército desde septiembre del año pasado. Quieren que las tareas de seguridad estén a cargo de elementos de carácter civil. “No queremos a la Guardia Nacional, tenemos miedo de la violencia contra los derechos humanos que han cometido en otros territorios”, dice Sócrates en una llamada telefónica.
El 27 de enero de 2023, el juez a cargo de su caso admitió la demanda de amparo y ordenó como medida cautelar la suspensión provisional del decreto en el que la Ciudad de México cedió el terreno al Estado y, por lo tanto, las tareas de construcción en el mismo. propiedad. Dos semanas después, este lunes, el juez ordenó la suspensión definitiva del decreto y la construcción de un cuartel de la Guardia Nacional. Además, el funcionario público considera que “la suspensión no implica” que se ponga en riesgo la seguridad pública, “pues la GN en todo caso tiene las condiciones para ejercer esta función”. informe del Centro Prodh.
Sócrates acudió el martes al inmueble para verificar que la Guardia Nacional cumplía con la decisión del juez, y encontró gente trabajando. “Estaban construyendo allí. Todos los arbolitos que había allí han sido talados. Ahora es solo tierra y concreto”, dice. Por el momento, las autoridades no se han puesto en contacto con ellos. “No, las autoridades aún no se han presentado”, dice. “Pero no podemos dejarlos, están atacando nuestra madre tierra, nuestro territorio, nuestros acuíferos”, se queja Sócrates, quien nació en Xochimilco y ha podido ver el proceso de transformación que ha vivido en los últimos años, y contra el cual está determinado. luchar.
No es la primera vez que ven este proceso, por eso reaccionaron tan rápido cuando empezaron a ver llegar las máquinas. En San Luis Tlaxialtemalco, uno de los 14 pueblos que conforman la delegación de Xochimilco, el proceso fue similar, pero esta vez se construyó el cuartel y actualmente se encuentra estacionada la Guardia Nacional. “Vimos que estaban haciendo obras en una propiedad, pero no sabíamos qué iban a hacer, tampoco nos dijeron nada”, dice Sócrates. Comenzaron a rodear la zona, bloqueando el paso a los habitantes, y construyeron los cuarteles sin consultar a la población local. Por eso, al ver repetida la misma escena en los viveros, los distintos pueblos de la delegación decidieron reunirse en asamblea y presentar el amparo.
Suscríbete aquí hacia Boletin informativo de EL PAÍS México y recibe toda la información clave de la actualidad de este país